Han pasado cuatro meses sin escribir nada a este blog, y simplemente puedo decirle que estos meses ha habido distintos contrastes entre ellos son: la vida y la muerte.
A mediados de abril, ocurrió una de las peores situaciones que puede suceder le a una persona: pues falleció mi papá.
Esto ha llevado varios cambios en nuestras vidas, pero en ese preciso instante uno queda como en shock, y lo único que quiere uno es alejarse de todos y es tan desagradable que lleguen personas que muchas veces lo único a lo que llegan es por puro morbo o hacerse los benevolentes , tratando de ayudar o decir lo mucho que significaba aquella persona que partió, lo único que queda es recordarla por su legado y memoria, que en caso de papá trascendió y más mientras sigamos recordando sus enseñanzas y valores:
Por otro lado, está el contraste con la vida y nacimiento, pues justamente a finales del mes de julio, nació la primogénita de mi prima Maricarmen Rangel y su esposo Sergio Edgar Sedano, una niña llamada Sara Ines.
De ahí uno se da cuenta que en el mismo año, puede estarse marcado por sentimientos contrastes, desde la luz a la oscuridad, la felicidad a la tristeza, la esperanza por nuevas metas a la nostalgia del recuerdo, unos se despiden otros llegan. Lo importante es saber cada individuo en este planeta estamos para cumplir una meta no importa cuanto tiempo tardemos en concluirla, ni los medios como lo logramos al final de cuentas lo importante es la trascendencia que se deje o no.
La vida tan llena de contrastes,
es comparable a dos hermanas
tan diferentes entre si,
por personalidades, edades, temperamentos
Así emociones vivida, quizás
se halle en alguna la esperanza de un mañana,
la otra en la nostalgia del pasado
sin embargo, cada una aporta un poco de sí,
para que el presente sea testimonio
que cada uno, no somos eternos en este mundo
pero que si podemos trascender ya sea para bien,
o para mal, lo importante son las acciones ejecutadas
nuestra decisión esta en ser una obra magnánima de arte , o en ocultarse
cada una de las intenciones, con que ejecutemos nuestras metas
nos elevarán a la gloria suprema, o quizás nosotros mismos nos
sumergiremos en el cieno, de la indiferencia.
¡Todo , es cuestión de perspectiva!