Sentir la libertad en toda su intensidad como cuando eramos pequeños recorrer los prados en las tardes mientras sentir despeinar nuestros cabellos, volar los papalotes apreciando los colores al aires ,engalanando los cielos y después de días calurosos y tardes con un poco de viento era agradable ver llover momento a resguardarse admirando desde dentro la lluvia, que trae frescor hacia la tierra,produciendo frutos jugosos y deliciosos para saciar nuestra sed y calmar nuestro antojo por las mas dulces delicias. Pero este año empezando no ha llovido o por lo menos aquí en mi hermoso país México,apenas un poco de agüita que cae.
Uno comienza a añorar las tardes lluviosas que siguen a las mañanas frescas de verano.
Ahora nos adaptamos a nuevas costumbres como apreciar desde aquí la belleza del exterior,muchos le hallaran aburrimiento pero yo creo es cuestión de perspectiva.
Una perspectiva e ilusión que solo nosotros hallaremos para hallar gusto.
Desde la ventana
Aquí me hallo junto a la ventana
contemplando el exterior con su verdor
recordando los tiempos dichosos del pasado
que disfrutamos creando ilusiones
Imagino con esperanza creciente
los momentos futuros que viviremos
entre senderos reverdecidos ,
donde florecerán cada uno
de los brotes que esparcimos.
Que la esperada lluvia
y el sol ,serán los encargados de dar
rienda a este nuevo jardín floreciente
trayendo los frutos como el cenit del verano.