Este verano es un año caluroso,caminando por la ciudad pareciera que uno se derritiera cuan velas en la acera. Es un clima extremo que solo contribuye a acrecentar la rabia contenida que abruma en la tan voluble ciudad
El sol abrasador con sus ardientes rayos,provoca que todos lo repelemos quizas lo unico que añora es sentir cariño y con sus brazos calidos quiera tomar a la tierra y con ello a sus habitantes en su regazo y darle un dulce abrazo paternal mostrando nos su apoyo,pero sus abrazos mas que afecto parece que constriñen y ahogan apenas llegan a la tierra provoca largas sequias que ahogan el terreno,queman sus rayos.
Y uno aqui entre el calor y el tedio parece que las ideas se apagan ,todos suplican un poco del preciado liquido vital para asi aplacar la sofocante sed.
Este verano el calor es caluroso desde temprano hasta muy en la noche es dificil concentrarse cuando uno esperaría que sea calor fresco con la humedad del ambiente,pero no hay frescura ni humedad en el ambiente como en las selvas del tropico ,donde la vegetacion fresca hace brotar follajes y musgos. Este calor sofocante es mas digno del mas hostil desierto.
Donde los rayos intensos queman las arenas doradas y no hay ningun rastro de vegetacion excepto por pequeños oasis muy apartados en la inmensidad del desierto donde las caravanas de beduinos descansan en la sombra para reponer sus fuerzas en los largos andares del desierto.
Asi perecemos en la ciudad en nuestros trayectos buscamos con anhelo la sombra.