Es cuando me gusta asomarme a la ventana y fijarme en el firmamento, observando más allá de los recuerdos, enseñanzas y experiencias difuminadas y asimiladas según el grado de impacto que nos haya causado, el espíritu otoñal, favorece bastante a la reflexión e interpretación de nuestros recuerdos.
Otoñal
Ya se el otoño una estación mayor,
así pareciéramos nosotros
jovenes por fuera, cada año que pasa
nos volvemos mayores.
Cuanto añoráramos nuestros recuerdos de juventud,
cada vez más difuminados y distantes,
en cambio, ¿que nos queda?
momentos escasos , que jamas creímos llegarían;
para bien, o para mal a fin de cuentas;
el destino, no es más que una ruleta que suelen jugar
con nosotros cuan marionetas.
Es cuando uno se anima a realizar un viaje, no importa el motivo profesional, de autodescubrimiento, de salud, etc.
¿y tu joven, a donde te diriges?
no se, donde ir
sin embargo, se a donde no quiero regresar
entre viajes de ida y vuelta,
tantos tumbos que da el destino
Cuan marioneta en los brazos del destino,
solo necesitamos una brujula que nos oriente,
independientemente de los tropiezos del clima,
o mala orientación de la turba,
¡nunca, perder el destino!